El tinto venezolano, sustento de personas migrantes
El aroma de un buen tinto se percibe en el barrio Girardot; hay para todos los gustos y sabores que van desde el más dulce al más cargado. Lo cierto es que en el parque de este barrio hay uno que llama la atención, es el tinto venezolano de Yohana Uribe, una migrante que llegó de su país de origen a Bucaramanga hace cinco años.
Yohana es de Maracay, Estado Aragua de Venezuela y dos motivos la impulsaron a salir de su país; ver a su hijo después de cinco años y buscar opciones médicas para hacer un tratamiento de sus riñones. Desde que llegó a la ciudad bonita se instaló en el barrio Girardot y su hijo le compró una chaza para ofrecer productos y así obtener el sustento diario.
En una de las esquinas del parque del Girardot, diagonal a la parroquia Nuestra Señora del Carmen, todos los días se encuentra Yohana con su chaza. Son cuatro termos grandes de tinto que ofrece desde las 5: 30 de la mañana hasta las 7 de la noche.
El café de Yohana tiene algo especial, es un tinto venezolano; ¡si, así como lo leen, un tinto venezolano! Y es que ella lo prepara como lo hacen en su país de origen y tiene su propia receta.
“Yo preparo el café estilo venezolano, se pone a hervir el agua con el colador y una jarra aparte. Después de hervida se deposita sobre el colador, se pone a hervir nuevamente con café y se alista en los termos para la venta” relata Yohana.
Además del tinto vende otros productos como dulces “En realidad con las ventas me va bien, el tinto gusta mucho y no me puedo quejar de este país; yo tenía un problema con mis riñones y aquí me operaron, en el barrio también me han acogido bien, de hecho junto a mi chaza está Mercedes, es Colombiana, las dos nos la llevamos bien y también vende tinto pero ella con su sabor colombiano”.
A las 3am empieza el día a día para Yohana; prepara su famoso tinto venezolano, se arregla y sale con la mejor actitud a su lugar de trabajo en el parque del Girardot.
Así que si es amante de un buen tinto, pásese por el Girardot y deleite su paladar con el tinto venezolano de Yohana.